El Sol y la Nube, son fenómenos de la naturaleza, creados por Dios.
Un día sucedió que las plantas, los animales y el hombre se estaban muriendo de calor, los riachuelos y todas las fuentes de agua se estaban secando. Todo parecía muy triste, solo el Sol muy brillante y con sus cachetes colorados, desde el amanecer hasta el atardecer.
Pero todo estaba tan caliente que solo se escuchaban lamentaciones, las plantas marchitas y otras muertas, las aves y otros animales desapareciendo, los ríos, lagos, lagunas y mares, secándose y los humanos, muriéndose de calor, hambre y sed.
Las aves muy tristes volaban y volaban en busca de frescura, en busca de un nuevo hábitat, pero todo era inútil, pero de pronto hubo una esperanza, se encontraron con una nube y le contaron lo que estaba sucediendo, la nube muy preocupada les dijo: Regresen, yo les acompaño y hablare con el Sol, el es mi amigo. Así fue, cuando el Sol miró a la Nube, se alegró mucho y le dijo: ¡Hola mi querida amiga! ¿A qué se debe el honor de tu visita? ¡Es un placer recibirte!
La Nube le respondió:
-No es una visita de cortesía, amigo. Estoy muy triste porque todos mis amigos se están muriendo y tú sin hacer nada para evitarlo.
- Lo siento amiga –respondió el Sol, en verdad no puedo hacer nada, tú sabes, que yo soy un fenómeno natural, creado por Dios, para dar luz y calor al Universo, pero las personas no entienden que mis rayos son muy fuertes, que no puedo detenerlos solo; mira a tu alrededor, no hay un árbol, no hay una planta, han sido talados y quemados por la mano criminal del hombre. Las aves han emigrado porque no encuentran donde hacer sus nidos, al igual que los demás animales, como: la iguana, el armadillo, la guatusa, el Venado cola Blanca y otros, están desapareciendo porque nadie los protege.
- Sol! - respondió la nube - ¡Y entonces que haré yo cuando me toque regar! ¡Seguro que habrán inundaciones, crecidas de los ríos porque mis aguas no encontrarán donde detenerse! Digámosle a los niños que los seres humanos no sigan cortando los árboles, que no dañen las plantas, que no tiren basura en las calles, ¡ni en el patio de la escuela!, porque aparte de mirarse muy feo, esto no permite la humedad de la Tierra y es por eso que el agua se resbala. ¡Evitemos la contaminación, cuidando el medio ambiente!
- Así será querida amiga – respondió el Sol – Haremos lo posible para que no le sigan haciendo daño a nuestro planeta, sabemos que solo los humanos pueden evitar los desastres naturales, pero nosotros seguiremos alimentando gradualmente a la Tierra, cada quien en el tiempo que le corresponde, un rato tú, un rato yo y así nadie morirá de calor.
Hoy en día, muchos amiguitos dicen ver al Sol y la Nube sonreir cuando juegan y conversan en el patio de sus escuelas y nadie tira basura en el piso.
Cynthia Nery Figueroa (Honduras, 1953)
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